lunes, 7 de noviembre de 2011

Qué

Qué es lo que quieres de mí, dime
Qué es lo que quieres de mí, responde
Qué es lo que quieres de mí, con lo que quitas de mí

Qué quisiste de mí, ahora.
Qué quisiste de mí, cuándo
Qué quisiste de mí, cuando estuvimos allí

Qué es lo que quiero de tí, digo
Qué es lo que quiero de tí, si
Qué es lo que quiero de tí, si no te tengo aquí
si no estuviste aquí
si nunca estuviste ahí.

martes, 1 de noviembre de 2011

“Sin salir por la puerta se puede conocer el mundo. Sin mirar por la ventana se puede conocer el camino del cielo. Cuanto más lejos se va, tanto menos se aprende. Por eso el sabio sabe sin desplazarse. Entiende sin ver. Realiza sin hacer.” (Lao Tsé)

domingo, 30 de octubre de 2011

Rapsodia Macabra

El aguacero se anuncia antes de precipitar, gracias a la nebulosa que se siente en el interior de la mácula. Luego el silencio se confunde con la somnolencia para el turno primeriso de los sueños, que no conllevan a ningún lugar. La desesperación cae, como un abismo aterrador, se aferra de aquellos hilos sin poder zafar. Ya abajo se siente el estupor, hasta la llegada del clímax, con racconto y arrebato, que confunde los sonidos imaginarios, amplifica la intensidad y acelera el tiempo. Cuando pasa, se vislumbra el jaque amenazador. No hay respuestas, escapes, consuelos, cariños, anhelos, nada. Hay nada en la nada. Por fin, al fin. Fin.

martes, 5 de julio de 2011

Aquella mujer

Al fin pude conseguir el asiento junto a la ventana. Me dirigía a un lugar desconocido por lo que necesita ir verificando las coordenadas que me habían indicado. Creo que iba bien encaminada, pero el viaje se me hacía eterno…de pronto, el autobús enlenteció la marcha. Me asomé y vi que un hombre que agitaba su mano era el causal de ello. Él, al parcatarse que se detendría, dio media vuelta y abrazó a una mujer que estaba detrás. Y la besó apasionadamente. Al parecer se despedían.

Era ella quien abordaría el bus. No pude evitar seguirla con la mirada, pues el asiento en el cual me encontraba me permitía una vista panorámica. Coqueta ella, con una sonrisa de en par en par, desesperada buscaba por la ventana el rostro de su amor, tratando a la vez de mantener el equilibrio ya que el bus ya iba raudo y veloz. Hasta que lo perdió de vista. Pasaron unos 5 minutos y el bus volvió a parar. Esta vez subieron varios, yo a esas alturas, estaba desesperada por querer llegar a mi destino. Sin embargo, algo me llamó la atención. Uno de los nuevos pasajeros, se ubicó de tal forma que no le quitaba los ojos de encima a la mujer que había subido hace un rato. Aquella mirada capaz de decirlo todo…ella por supuesto se percató, pero en vez de eludirlo, lo miró fijamente, esbozando una sonrisa. Y fue allí cuando se acercaron un poco más, tomando por escusa el vaivén del viaje. Algunas palabras comenzaron a intercambiar. Monosílabos que iban y venían, justificando el deseo de contactar sus labios. Pues así lo hicieron, por largo rato de movido viaje, siendo yo la única testigo fiel, de aquel encuentro casual.

Nueva Sección: Historias de Calle

La calle, el barrio, la ciudad, el transporte público, metro...todo tiene una historia particular cada día. Una historia que para mí no puede pasar desapercibida. Y así a sido desde siempre, porque soy inquieta por naturaleza, curiosa por defecto y una convencida de que en la calle, el contacto con nuestro alrededor, con nuestra realidad, es lo que de verdad nos hace ser buenos seres humanos. Mirar, siempre mirar.

Claro está, cada historia no estará privada de fantasía, que no es más que el reflejo de la percepción que genera en mí lo que ví.

Espero opiniones.

martes, 31 de mayo de 2011

Hagamos un trato...

La vida es un trato. Un trato inconcluso producto de las contradicciones. Porque como árboles que se despojan de sus hojas en invierno y se abrigan en verano, desviamos la mirada cuando nos cruzamos. La noche está de día y la oscuridad me ilumina. Hasta que llegue aquél con la estipulación, a plazo fijo. Y ahí comenzará el trato.