domingo, 30 de octubre de 2011

Rapsodia Macabra

El aguacero se anuncia antes de precipitar, gracias a la nebulosa que se siente en el interior de la mácula. Luego el silencio se confunde con la somnolencia para el turno primeriso de los sueños, que no conllevan a ningún lugar. La desesperación cae, como un abismo aterrador, se aferra de aquellos hilos sin poder zafar. Ya abajo se siente el estupor, hasta la llegada del clímax, con racconto y arrebato, que confunde los sonidos imaginarios, amplifica la intensidad y acelera el tiempo. Cuando pasa, se vislumbra el jaque amenazador. No hay respuestas, escapes, consuelos, cariños, anhelos, nada. Hay nada en la nada. Por fin, al fin. Fin.